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EL ARTE DE LA TAPA

BY KATY HUMBERSTONE

La tapa, una especialidad culinaria inequívocamente española, se ha extendido por todo el mundo. Pero ¿cuál es el origen de estos pequeños platos salados?

Todos disfrutamos de una tapa o dos que se suele tomar con una bebida. En España, los bares frecuentados por los habitantes locales proponen una amplia gama de tapas que pueden variar desde un sencillo sándwich mixto a paella y croquetas de jamón. En pocas palabras, siempre y cuando la comida consista en una pequeña ración acompañada con una bebida (ofrecida gratuitamente o con un pequeño suplemento), puede definirse como una tapa.

Fue durante uno de los encuentros con amigos en un bar de tapas durante mi semestre de estudios en Madrid cuando un amigo mío preguntó: ¿de dónde proviene la tapa? Buena pregunta, pensé yo, que requería un poco de investigación... 

Sin embargo, a primera vista, esta pregunta no parece tan fácil de contestar, y resulta un tema que suscita todavía mucho debate entre los españoles. 

Una de las historias más comunes referente a la introducción de la tapa remonta al siglo XIII, cuando el Rey Alfonso X de Castilla, mientras se recuperaba de una enfermedad, encontró que solamente podía comer y beber en pequeños bocados. A su Majestad le pareció estupenda esta idea y, al recuperarse, ordenó que cada bebida se sirviera con un pequeño aperitivo – y así nació una de las primeras formas de la tapa.

Una historia alternativa remonta a otro Rey Alfonso – Alfonso XIII– siete siglos después, cuando supuestamente pidió un vino durante una visita Cádiz. Para impedir que entrara la arena gaditana en su copa, el camarero se lo sirvió con una loncha de jamón colocada sobre la copa. Cuenta la leyenda que el rey lo disfrutó muchísimo y, por tanto, pidió otro. Cuando se corrió la voz de esta nueva costumbre de comer, se inició una nueva tendencia gastronómica.

Sin embargo, quizás la clave a la descodificación del origen misterioso de la tapa se encuentre en la raíz misma de la palabra. Una ‘tapa’ se refiere también a una cubierta, y así mismo, el verbo ‘tapar’ es un sinónimo de ‘cubrir’. Según dicen muchos, la tapa se surgió de una costumbre en los bares en que, debido a que se solía comer en la barra, aquellos que pedían comida no tenían un lugar en donde poner su plato – salvo encima de su copa, y así, el plato actuaba como una tapa sobre la copa.

Y así es como tenemos  múltiples teorías sobre los origines posibles de la tapa, que resultan tan variados como las distintas especialidades regionales que figuran entre estos pequeños platos. Cualquier que sea el verdadero origen de la tapa, una cosa es cierta: las numerosas posibilidades que ha proporcionado este modo de comer han conseguido que se haya popularizado en todo el mundo. Dicho esto, si quieres ir a la búsqueda del producto original, un viaje a España debería estar ya sobre la mesa de cualquier curioso lector– no se puede igualar la capital de la tapa.

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