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En febrero cumplí 21 años y desde ese momento he querido rememorar mi juventud como si fuera mucho más vieja. Como consecuencia voy a compartir lo que he descubierto sobre mi juventud y adolescencia en este artículo. 

 

La Lectura

 

Hace poco, leía los libros como si los comiera. Desde los nueve a los doce años leía los libros de Harry Potter en un circuito perpetuo. Pero, luego, la vida me presentó los exámenes, las redes sociales y ya no disfrutaba del género joven adulto como el libro Divergente. La compaginación de estos factores provocó el fin de mi pasatiempo. No obstante, ahora, dado que tengo mucho más tiempo y me aburro de las redes sociales, he podido empezar a leer con más frecuencia. Debo este éxito principalmente a dos autores: Agatha Christie y Terry Pratchett. Cuando leo sus libros sé que voy a pasarlo muy bien. También, odio el arte que me hacer sentirme triste y estos libros casi siempre tienen finales felices. 

 

La Escritura

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Es probable que mi creatividad esté vinculada a la cantidad de libros que leo ya que ahora leo mucho más y he empezado a escribir otra vez. No es algo súper emocionante pero durante esta cuarentena también he tenido la oportunidad de explorar mis escritos del pasado. Cuando tenía quince años escribí una novela y he vuelto a leerla. Es imprescindible que diga que aunque yo pensé que escribía el siguiente “Los Juegos del Hambre”, en realidad escribí el contrario de una obra maestra. En esta novela hay 50.000 palabras de inconsistencia y personajes raros. No obstante, se puede disfrutar este libro por su ridiculez. Sigo sintiendo orgullo al saber que escribí una novela con sólo 15 años. 

 

Los Deportes

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Hay límites en el deporte que se puede hacer hoy en día. Cuando era más joven, hice atletismo pero he dejado de hacerlo en favor de deportes menos competitivos y más sociales, como el zumba. Mientras que sigo haciendo zumba durante la cuarentena, también he empezado a correr. Ahora que es imposible compararme con otra gente cuando corro, lo disfruto más y me alegro mucho de poder volver a hacer cosas que disfrutaba en mi juventud. Además, con los deportes se puede ver cuánto he madurado, ya que cuando era más joven odiaba bailar y pensaba que era ridículo y aburrido. Ahora, con el zumba bailo mucho.

 

Y etas son algunas de las cosas que he hecho durante la cuarentena. Sé que probablemente sea demasiada joven para estar rememorando mi juventud pero en este mundo tan raro, hay que hacer cosas raras para sentirse normal y en realidad me ha ayudado mucho hacer estas cosas. Me imagíno en dos décadas cuando en serio haya podido vivir, seguro que aún disfrutaré más rememorando mi pasado.